No hubo sorpresas en el inicio del partido empezando ambos equipos con presión alta. La mejor ocasión en el primer cuarto de hora se la fabricó Alemão tras ganar un duelo en el medio del campo. Tras ello, condujo hasta área rival, pero el remate se fue muy desviado.
A partir del minuto 15 la iniciativa fue del Castellón, estando cómodo el Oviedo esperando la pérdida rival. Así encontró Chaira la posibilidad de finalizar una transición desde la frontal del área con un chut potentísimo que se marchó por muy poco. Tras 30 minutos el Castellón aún no había tirado. Fue entonces el momento de la polémica con 2 jugadas en las que el árbitro no tuvo a bien pitar nada a favor del Real Oviedo. Especialmente llamativo un agarrón a Alemão que debió ser penalti.
Los últimos 15 de la 1ª y los primeros 25 de la 2ª fueron prácticamente idénticos, bajó el ritmo, pocas ocasiones para ambos, intentando tener el menor número de pérdidas posibles cerca de área propia.
Con los cambios todo se activó, 2 tiros para el Oviedo (Chaira y Cardero) y 2 para el Castellón (Traoré y Suero), abrieron un partido que parecía condenado al 0-0. En el minuto 75, un gol anulado a Moyano, tras claro fuera de juego de Chaira, terminó de demostrar que el partido estaba vivo.
Y claro que lo estaba, en el 84, tras una peinada de Alemão aprovechando la lentitud de los centrales rivales, Paraschiv se quedó mano a mano contra el portero pero remató al muñeco. Ya en el 92, cuando nadie esperaba el gol, pese al buen trabajo del Oviedo enviando balones largos a su pareja de delanteros, Alemão vio un balón en el área y gritó presente para que el Tartiere enloqueciese. Alemão contra todo y contra todos.